He dormido en el suelo y aunque ya debería estar acostumbrado me duele la espalda, no me encuentro muy bien, pero con los km me voy sintiendo mejor.
Empiezo ya a cansarme de la soledad de los caminos, caminos que atraviesan el horizonte y que parece e que nunca se van a acabar, pero por fin cruzo el Esla y entro en Benavente. Si ayer dormí en un colegio, hoy me toca en una antigua estación de la Renfe también habilitada como albergue, aunque deja un poco que desear en cuestión de higiene, y la ducha como no podría ser de otro modo aquí, de agua fría, aunque después de la etapa tampoco viene mal.
Empiezo ya a cansarme de la soledad de los caminos, caminos que atraviesan el horizonte y que parece e que nunca se van a acabar, pero por fin cruzo el Esla y entro en Benavente. Si ayer dormí en un colegio, hoy me toca en una antigua estación de la Renfe también habilitada como albergue, aunque deja un poco que desear en cuestión de higiene, y la ducha como no podría ser de otro modo aquí, de agua fría, aunque después de la etapa tampoco viene mal.
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